Este es el momento en el que se nos abren las oportunidades de adquirir una formación en las actividades que más nos gustan… desde nuestras casas, sin necesidad de movilizarnos y perder foco.
Nos acostumbramos a la idea de estar muy seguros de que los procesos de cambio vendrían paulatinamente, como siempre, y en un futuro a mediano y largo plazo, pero en esta oportunidad, nuestro planeta nos tocó las puertas sin aviso, de la noche a la mañana. Así pues, hasta hace muy poco nuestras clases de piano eran presenciales, pero nunca imaginamos que este cambio generaría nuevos beneficios y el alcance que internet nos podía ofrecer con la virtualidad.
Si lo vemos como una barrera para seguir desarrollando nuestras actividades, pues veamos la "otra cara de la moneda" y montémonos sobre esta gran ola: pensemos más bien en cómo hacer que nuestras limitaciones e impedimentos se conviertan en aciertos y en un motor para adaptarnos y abrir otros caminos quizás mucho más productivos que en condiciones "normales", a las que ya estábamos habituados.