Ciertamente podemos aproximarnos a un instrumento musical sin necesidad de pasar por estudios formales. Somos libres para escoger, aun cuando sabemos que muy probablemente tocaremos un techo bajo a corto plazo, cuando comencemos a escuchar obras que bien podríamos tocar sin mayor esfuerzo, pero en realidad no tenemos las herramientas adecuadas para abordarlas... porque, ¿comenzamos por fragmentos de un nivel intermedio, o quizás aprendiendo un poco de aquí, un poco de allá?...
Cuando el encuentro con un instrumento es autodidacta, generalmente el primer contacto con el material básico al que muchas personas tienen acceso no presenta una línea coherente, progresiva y continua de conocimientos.