Sabemos muy bien que adquirir un piano acústico en estos tiempos es una empresa complicada, pero comenzar a estudiar sobre un teclado 88 teclas duras representa un gran avance en todo sentido, sobre todo dadas las circunstancias económicas y físicas del momento…
Trabajar sobre uno de estos nos facilita todo lo que es aproximarnos y amoldarnos a su estructura y las posibilidades sonoras que nos ofrece, y si bien es cierto que nunca un teclado presenta la textura, el peso y la calidad para un mecanismo de articulación proyectado en su totalidad, sí que nos permitirá cubrir nuestras expectativas y entrenamiento como pianistas.
Así, en ambos, piano acústico y teclado de 88 teclas duras, obtendremos las destrezas que requerimos para avanzar y alcanzar nuestras metas.
Este resultado lo veremos si somos consecuentes en nuestros estudios pues, como lo esperamos siempre, poco a poco vamos a descubrir el alcance y potencial de nuestros dedos, y haremos una buena conexión corporal para que logremos ser un equipo eficiente con nuestro instrumento.
Una alternativa es acceder a los instrumentos de segunda mano, sólo que habría que cerciorarse del estado y el mantenimiento en el que se encuentran.
En el caso de un piano acústico, la particularidad, o piedra en el camino que se presenta, es el requisito necesario de hacer afinaciones periódicas y controlar la humedad del instrumento y el espacio donde está ubicado, lo cual representa un costo para considerar.
Observando esto, y adaptándonos al día a día de cada uno de nosotros, un teclado digital es una excelente alternativa, sobre todo si nuestro horario para estudiar es nocturno; podemos adaptar audífonos y trabajar hasta altas horas de la noche si es el caso… sin perturbar el sueño de los demás.
Pero aquí presentamos un problema para revisar e investigar con detenimiento:
¿qué tipo de teclado es el adecuado?
¿cuántas octavas son necesarias para comenzar a estudiar?
Ya nos hemos referido a estos maravillosos teclados de 88 teclas duras, que se equiparan y funcionan tal y como lo hace un acústico.
Presentamos aquí varios puntos muy comunes a la hora de acceder al mundo de la música:
1- Considerando seriamente la decisión de estudiar un instrumento como es el piano. Todos somos libres para experimentar y saber si nos gusta, si tenemos aptitudes para continuar y desarrollar nuestro talento y habilidades, si tenemos la determinación y las ganas de seguir por este camino. Lamentablemente esto tomará algún tiempo, no será un corto plazo, y el periodo de prueba probablemente se convertirá en una frustración, pues esa seria decisión que se tomó debe estar unida a las ganas, a la voluntad para trabajar, para adquirir destrezas que demandarán de nosotros una serie de estudios y entrenamientos que muchas veces nos producirán desánimo… o desazón…, al igual que superar dificultades, equivocarnos y hacer de cada error algo hermoso y enriquecedor, soltar apegos y verdades a las que nos hemos aferrado durante años y años, lanzarse a lo desconocido…
Todo esto y más, resume este camino de la música en un sólo propósito: estudiar todos los días para lograr que el hábito forme parte de nuestro cotidiano, y acceder voluntariamente al mundo del sonido, a la interacción con nuestro instrumento, y a la transformación permanente.
2- El instrumento sobre el cual vamos a trabajar. Desde el inicio, éste debe tener las características que nos permitan desarrollar las destrezas que necesitamos adquirir, así como conectarnos con la extensión real de un teclado (88 teclas), con la sonoridad, peso y mecanismo de las teclas. Nuestra colocación postural, manos, dedos, deben adaptarse desde un principio en un instrumento con la extensión adecuada, pues aprendemos a trabajar con diferentes sonoridades y vamos perfeccionando el mecanismo de la articulación de los dedos, cosa que en uno de estos teclados de “teclas suaves” y de cuatro o cinco octavas nunca sucederá.
Si asumimos que si nuestra meta es lograr un nivel intermedio aventajado y satisfactorio, o uno avanzado y profesional, necesitamos un instrumento adecuado desde un principio. Un teclado de 4 o 5 octavas probablemente funcionará para comprender todo el material de teoría de la música y la armonía, pero esto no funcionará para los programas formales de piano, ni siquiera en sus inicios.
A continuación una lista de pianos “88 Key Weighted Hammer Action” que recomendamos, ordenados por precios; desde el más económico hasta el de mayor valor, con sus correspondientes links de compra.
Los invitamos a investigar y a conocer el abanico de posibilidades que tenemos hoy en día… y sigamos en este viaje y sobre estas olas…