Dentro de los niveles que comprenden todos los estudios para piano clásico, ¿dónde me ubico y cuánto me falta para lograrlo? ¿Cómo saber en cuál de los niveles de piano estoy? Esta es una de las preguntas que nos hacemos muy frecuentemente o casi a diario y a veces con mucho temor; así mismo, es una de las más difíciles de esclarecer:
Será mucho más fácil ubicarnos si seguimos estudios de piano continuados con un maestro, pues de esta manera podemos llevar una secuencia necesaria de programas y obras, de dificultad progresiva y requerida.
Así podemos determinar qué hemos adquirido de todo este vasto material, y qué forma parte de nosotros, o como decimos siempre, qué tenemos en dedos, y qué es aquello que nos falta por aprender y dominar.
Por otro lado, surge inevitablemente la pregunta… ¿qué tipo de obras necesitamos para cubrir un determinado requerimiento para los niveles de piano? ¿cómo saber cuáles son las adecuadas, aquellas que debemos tocar para completar cada nivel?
Para lograr esto debemos convertirnos en buscadores, debemos investigar y comparar los programas de los estudios de piano que siguen las distintas instituciones calificadas que sean accesibles, aunque en general esta información, en su mayoría, aparecerá encriptada o incompleta.
Esta búsqueda es tediosa y larga pero no es imposible. Si tenemos alguna idea de lo que es la técnica pianística y las obras que se ajustan a los primeros niveles de estos estudios, por ejemplo, vale hacer un plan por escrito para evaluar ese material, aún cuando siempre las indicaciones de un maestro calificado será fundamental.
Debemos examinar en primer lugar, todo lo que es la estructura de las escalas y los arpegios. Si bien es cierto que este punto es arduo y muchas veces lo obviamos o pasamos por encima, estos constituyen la columna vertebral del repertorio pianístico como también del resto de los instrumentos. Los estudiamos durante todos los programas y niveles, y particularmente el dominio de las escalas por forma homónima nos facilitará sobremanera en nuestros estudios de armonía y composición.
Los estudios técnicos como los de Hanon, Czerny y Pischna, los desarrollaremos hasta los niveles intermedios del instrumento, para luego pasar a los de Cramer, Brahms y por supuesto, los de Chopin y Rachmaninoff, con los que llegaremos a los últimos años de nuestros estudios.
Por otro lado, nuestro gran compañero será JSBach; desde el inicio hasta el final y en toda su extensión: los cuadernos de Anna Magdalena y las Invenciones a 2 y 3 voces, para adentrarnos en los Pequeños Preludios y Fughettas y en el gran Clave Bien Temperado.
A partir del Quinto año podemos intercalar las Suites, Francesas, Inglesas y Alemanas o Partitas, repartidas en los últimos cinco años de nuestros estudios, añadiendo tentativamente el Concerto Italiano y las transcripciones de los concertos para Clave. Nunca dejando a un lado los Preludios y Fugas del Clave Bien Temperado… otra de las columnas vertebrales tanto para el pianista ejecutante como para el compositor.
Asi mismo, a partir del nivel intermedio será esencial transitar por las Sonatas de Doménico Scarlatti y el Padre Soler, por ejemplo, para adentrarnos en la estructura, fioritura y texturas sonoras del Barroco, así como las Sonatas de Mozart y Beethoven, quienes nos acompañarán hasta el final de nuestros estudios.
De la misma manera, estudiar los distintos periodos de la historia significa dar un gran paso, pues en este legado aparece la vida y obra de cada uno de los grandes, y estudiando las características de cada periodo e identificando quiénes vivieron en cada uno, aprenderemos que todo estaba interconectado: la música, la pintura, las letras, la escultura, la política.
Nada existía aisladamente pues se estaba gestando la magna historia que nos llega como herencia a nuestros días, y que debemos aprovechar y preservar para continuar evolucionando.
Muchos piensan que debemos cortar con todo esto y crear una nueva tendencia, una nueva técnica para los estudios de piano, un “borrón y cuenta nueva”… Lamentablemente en nuestras raíces clásicas residen los fundamentos no sólo de todos los procesos creativos, sino de nuestra historia en todos sus aspectos…No existe el borrón y cuenta nueva…
¿Parámetros a seguir? Sip.
En el arte todo funciona bajo la óptica de la lógica y el sentido común; así me enseñó una de mis maestras. Entonces comenzamos nuestros estudios de piano por las escalas, arpegios, estudios técnicos que fueron escritos cientos de años atrás, y queramos o no, comprenden nuestro archivo de memorias, de estudio y apoyo, de adquisición de destrezas.
Luego investigamos sobre los periodos siguientes y “escuchamos” con atención desde las obras más sencillas de cada compositor, hasta las de mayor envergadura… y aquí nos toca estudiar sus historias y su legado progresivamente.
Cuando logramos obras limpias, equilibradas, cuando comprendemos que el proceso expresivo e interpretativo no es atropellado, que la música es absolutamente fluida y respira, como nosotros, cuando sabemos que tenemos en dedos material suficiente como para abordar piezas más avanzadas, y sentimos que vamos llenando nuestros vacíos de información y entrenamiento con constancia y coherencia, es en esos momentos en los que caemos en cuenta de aspectos nuevos y el más relevante es que estamos avanzando.
Cuando sentimos que nuestros dedos van adquiriendo una estructura sólida cada vez más, que pueden abordar obras que requieren destrezas como la ornamentación, escalas, arpegios, sonoridades que debemos ejecutar limpiamente desde los piano hasta los forte y viceversa, cuando logramos hacer los ritenuto gradualmente, sin sobresaltos, cuando la calidad de la lectura que hacemos se va depurando porque vamos comprendiendo más fácilmente lo que está escrito en la partitura…
Entonces sabremos que hemos subido un escalón en los niveles de piano, y sin embargo, la guía de nuestros maestros es un ancla que tarde o temprano vamos a necesitar.
Sigamos entonces viajando… falta camino por recorrer…