Esta no es una costumbre en los estudios formales de un instrumento. Probablemente continuamos rompiendo las reglas…
Pero hace muchos años nos vimos en la necesidad de hacerlo, pues nos llegaban muchos estudiantes con lo que llamamos programas dispersos, es decir, con obras cuyos niveles de dificultad corresponden a años distintos, y sumamos a esto la falta de estudios complementarios a estas obras; estudios técnicos preparatorios para abordarlas con una buena y sana base.
Decidimos entonces, rearmar todo el conjunto de programas de piano y establecer unas pausas, unos periodos de tiempo intercalados entre los años formales de estudio, a modo de nivelación, en los que comenzamos a cubrir estos vacíos, y de esta manera llegamos a establecer la posibilidad de lograr un programa completo en lapsos de 6 meses.
No; no es descabellado. Sólo se requiere planificación y organización muy precisa de cada día, semana y mes, para adquirir destrezas y superar dificultades.
¿Cuál es el secreto? Apartar “todos los días” un tiempo y un espacio para trabajar.
Con respecto al tiempo, pues ya sabemos que 1 hora aproximada funciona bastante bien, siempre dependiendo del contenido del programa que tengamos entre manos, pero, ¿en qué consiste este espacio?
El espacio siempre está dentro de nosotros; nos espera para que una vez que tomemos la decisión de sentarnos a estudiar, aparezca inmediatamente; es un espacio, un laboratorio, en el que sólo existimos dos: el piano y nosotros, y tarde o temprano se hará sentir, y reclamará más y más tiempo.
Dividimos entonces los estudios de piano desde la iniciación hasta el 3er año, periodo en el cual ya se adquiere conocimiento básico y destrezas técnicas y de lectura, trabajo de sonoridades, peso y mecanismo de articulación, memorización de programas completos.
El siguiente nivel queda establecido entre el 4to y el 6to año, y el que le sigue será entre el 7mo y el 8no; en ellos se resuelve el mecanismo de articulación que ya será más depurado según las obras que se estudian, y se perfecciona todo lo que es el proceso interpretativo y la comprensión musical de cada periodo (barroco, clasicismo, etc).
Aquí se abordan obras de mayor envergadura y siempre dentro de una secuencia lógica y coherente, y de acuerdo a las necesidades que debe trabajar cada estudiante.
Los últimos años, 9no y 10mo, representan una “mudanza”, por decirlo de alguna manera; ya para este entonces, tenemos en dedos las destrezas suficientes como para acceder a obras que nos van a pedir una entrega y un trabajo profundo y bien detallado, en cuanto a la estructura de la obra y su trascendencia en la época en que fue escrita.
Ya estos espacios y tiempos que al principio parecían absurdos, ahora son el pan de cada día porque los necesitamos para digerir y llegar a la columna vertebral de lo que estamos trabajando.
Probablemente tendremos que leer la biografía de algún compositor, y las costumbres y eventos políticos y sociales que sucedían en ese entonces.
Se trata de un “rito de pasaje”, pues cuando salgamos de esto, tendremos la certeza de que, en primer lugar, valió la pena transitar por acá, y en segundo lugar, tendremos la certeza de que nos convertimos en seres totalmente distintos.
Así que, vale la pena continuar este maravilloso viaje…