¿ Hemos visualizado qué tipo de persona seremos dentro de 10 años?
¿Alguna vez hemos hecho planes a futuro con respecto a la música?
¿Qué tipo de pianistas, de músicos, en qué lugar del planeta estaremos, con quién?
Imaginemos por un momento que estamos escribiendo una historia en la que somos los protagonistas, y el epicentro gira en torno a nuestra vida dentro del mundo de la música, de nuestro oficio como pianistas, de cómo hemos ido transformándonos a través de nuestro día a día como músicos, como personas…
Nuestra historia obviamente tiene un nombre: ¿Cuál es el nombre de tu historia?
Si vamos más allá, por el sólo hecho de visualizar un futuro a corto, mediano y largo plazo, comienza a crearse un “centro de operaciones” dentro de nosotros, que va encendiendo los equipos necesarios para abrir y trazar los caminos que nos llevarán a lograr nuestro plan, sea cual sea.
Sin embargo, de antemano debemos saber que el camino no se abrirá solo; requiere que micro planes, de pequeñas metas que trazamos desde hoy y muy bien definidas y dibujadas para que, en la medida en que se vayan cumpliendo, nos acerquemos cada vez más a nuestro gran objetivo; ¿cuál es? cada uno de nosotros estamos escribiendo nuestra historia y somos consecuentes con el título que colocamos a cada una. Todo depende de las ganas y la capacidad de persistencia y resistencia que vayamos desarrollando para no salirnos del plan.
Posiblemente cada uno ya para este momento habrá comenzado a imaginarse al cabo de 10 años… en qué área de la actividad pianística se encuentra laborando, y aquí es muy importante tomar en cuenta la huella que habremos dejado en el camino: a quiénes hemos formado, a quiénes hemos beneficiado, transformado, a quiénes hemos abierto los caminos… me refiero “a quiénes” y no “qué triunfos, éxitos, logros hemos obtenido a lo largo de estos futuros 10 años”; obviamente también tendrán un peso específico en nuestra historia… ¿Pero por qué me referí a las personas y no a los logros en primer lugar?
Porque cuando logramos estampar una huella en una persona a quien enseñamos, o con quien trabajamos, aunque sea como un granito de arena, ya podremos decir dentro de 10 años que ha valido la pena. Sip!
¿Quiénes seremos en ese futuro? Comencemos desde hoy y dibujemos nuestra línea de tiempo personal, dentro de la música y fuera de ella…
Sigamos entonces este viaje lleno de oportunidades.