Este es uno de esos temas álgidos pues el día a día de cada quien es muy íntimo, muy personal; sin embargo, ¿sentimos curiosidad por saber cómo transcurre uno de esos días para un pianista del Siglo XXI, o cómo se ha desarrollado su vida desde los inicios de sus estudios musicales? ¿Alguna vez estas preguntas se han hecho presentes?
En este siglo las costumbres, hábitos y el aprendizaje de cualquier oficio o actividad, son muy diferentes a como eran en otras épocas, obviamente; marcando la gran diferencia esta maravillosa posibilidad de conectarnos con el resto del mundo sin desplazarnos a otro espacio y sin desplegar mayores esfuerzos, por lo que podemos actualizarnos en cuestión de minutos.
La historia de nuestra raza nos ha traído hasta aquí, hasta este punto en el que tenemos todas las posibilidades en nuestras manos; tan sólo es cuestión de tomar la decisión y comenzar a buscar.
¿Qué particularidades tendría un pianista de este siglo con respecto a otro que haya vivido en el XVII, por ejemplo?
Una vida mucho menos complicada en cuanto a obtener los medios para lograr sus objetivos; la tecnología es una de esas vías “mágicas” para encontrar soluciones en tiempo récord.
La posibilidad de hacer una meditación sin que lo tilden de brujo, para activar y alinear las energías y prepararse para las actividades del día, hábito que en otras épocas habría llevado a mal término a muchos…
Enviar mensajes por whatsapp y mail a sus estudiantes, si es docente, sobre cualquier tópico referente a las clases, cosa que ocurría antes con dificultad y varios días de dilación.
Encontrar bibliografía sobre compositores y sus obras, cosa que ya a estas alturas abarca varios siglos y representa una gran ventaja para nosotros, pues podemos comparar e investigar sobre periodos, estilos, tendencias, técnicas y escuelas pianísticas, y mantenernos al día con todo lo que sucede en nuestro planeta y se registra vía web.
El aprendizaje de materias o conocimientos complementarios y que puedan nutrir el ser artesanos de sonidos, en los que la tecnología juega un papel fundamental para acercarnos a todo lo que es historia, filosofía, psicología, terapias (que en otras épocas pues ya sabemos cómo terminaríamos), marketing, neurociencia, transgeneracional, y tantos otros.
Ahora bien, en cuanto a la organización del día y al training que un pianista realiza de acuerdo a sus responsabilidades y compromisos, como todos los creativos y emprendedores, se desempeña con un tiempo bien establecido y de acuerdo a un plan estructurado.
Si queremos que aquello que concebimos se lleve a cabo efectivamente, necesitamos ese plan Am y Pm diario, pensado a corto, mediano y largo plazo, en donde el estudio, la reflexión y la escritura son imprescindibles para generar nuevas ideas, contenidos y nuestra narrativa personal, además de lograr soluciones y posibilidades de contribuir a que el aprendizaje del piano, de la música, de la vida hecha música, siga dejando huellas y marcando caminos para evolucionar y ser cada vez mejores pianistas y personas.
Sigamos este viaje del Siglo XXI, lleno de sorpresas y oportunidades para crecer.