En los últimos años se han hecho innumerables estudios sobre la influencia que ejerce la música sobre todos los seres vivos, sobre cómo podemos ganar y perder oportunidades creativas y de desarrollo personal si auditivamente ejercemos nuestras actividades acompañados de uno u otro estilo de música… Todos o casi todos la escuchamos cuando trabajamos, porque nos gusta, porque nos alivia nuestras tareas cotidianas, porque nos aparta de nuestros dolores o los suaviza; sin embargo, esta influencia es muy sutil, íntima y a la vez poderosa, pues se va colando imperceptiblemente hasta anclarse y orientar la energía de cada una de nuestras emociones, y hasta formas de concebir nuestras vidas.