Esta no es una costumbre en los estudios formales de un instrumento. Probablemente continuamos rompiendo las reglas...
Pero hace muchos años nos vimos en la necesidad de hacerlo, pues nos llegaban muchos estudiantes con lo que llamamos programas dispersos, es decir, con obras cuyos niveles de dificultad corresponden a años distintos, y sumamos a esto la falta de estudios complementarios a estas obras; estudios técnicos preparatorios para abordarlas con una buena y sana base.
Decidimos entonces, rearmar todo el conjunto de programas de piano y establecer unas pausas, unos periodos de tiempo intercalados entre los años formales de estudio, a modo de nivelación, en los que comenzamos a cubrir estos vacíos, y de esta manera llegamos a establecer la posibilidad de lograr un programa completo en lapsos de 6 meses.