Generalmente y si estudiamos un instrumento por nuestra cuenta, escogemos aquellas obras con las que más nos conectamos y casi nunca tomamos en cuenta el grado de dificultad que presentan y la técnica que tenemos, o no, en dedos, con la que podemos abordar cómodamente estas obras, lo que no quiere decir que no podamos obtener buenos resultados, pues bien sabemos que la constancia y las metas claras son motores muy poderosos para lograrlo todo.
Sin embargo, en muchos casos no tenemos acceso fácil a la información necesaria para estudiar un instrumento a partir de sus fundamentos técnicos, y estos conocimientos constituyen la base a partir de la cual adquirimos las destrezas indispensables para alcanzar un nivel que nos permita tocar obras de cierta dificultad.
Ahora bien, estructurar un plan de estudios, sin tener conocimiento alguno del cómo y por dónde comenzamos, nos invita a investigar todos los requerimientos, existen infinidad de escuelas pianísticas, en nuestro caso, tendencias y programas de iniciación, sobre todo hoy en día, a nuestra disposición vía web.
El punto es que la manera de estructurar un plan de estudio para que sea efectivo y cumpla su función, depende no sólo del material que se esté trabajando sino de cómo organizar la parte técnica con respecto al resto del repertorio durante la semana, para lograr un avance progresivo y continuo.
Esta parte técnica siempre es la columna vertebral del resto de las obras. Si necesitamos escalas y arpegios en un movimiento de una sonata y sabemos que estamos fallando en ese punto, pues debemos incluir el grupo de escalas y arpegios en nuestro entrenamiento, como también podemos trabajar técnicamente nuestra obra.
De la misma manera, podemos trabajar técnicamente y a diario, esos fragmentos “álgidos o imposibles”; con toda seguridad veremos buenos resultados a mediano plazo, sí y sólo sí lo hacemos todos los días… como si se trata de un entrenamiento para una competencia.
El tiempo de estudio diario es crucial, pero organizar a consciencia el programa que se está preparando, lo es más; podemos estudiar todo el día durante todos los días, y no llegar a nada… porque la música nos pide observar y revisar con detenimiento cada una de sus partes, y si entramos en “su mundo”, sabremos que haremos un trabajo de artesanía… hoy no salió, pero mañana sí…
Establecer un plan de estudios nos pide atención, escribir, cambios de rutina, observación y toma de decisiones inteligentes.
Sigamos este viaje de descubrimientos…