Como bien sabemos, hoy en día existen innumerables escuelas de iniciación pianística que siguen uno o varios métodos de enseñanza para quienes desean iniciarse en este arte. La web ofrece amplias oportunidades para acceder al estudio de todas las tendencias musicales, además de que la edad ya no representa un obstáculo para comenzar a estudiar los rudimentos de este oficio.
Diversos programas de iniciación musical se inclinan por establecer una aproximación a los sonidos con colores, con instrumentos de percusión menor, en el caso de los niños, con movimientos corporales que se coordinan melódica o rítmicamente con una obra musical, para pasar al cabo de un tiempo a la interacción con el piano como instrumento principal.
Por otro lado, muchas escuelas de música, o conservatorios de música clásica, comienzan con la enseñanza de la teoría y el solfeo como primer paso, con el fin de explorar las condiciones de cada estudiante antes de iniciarlo en los estudios pianísticos propiamente dichos, para que al acceder al instrumento, los procesos de lectura y comprensión melódica y rítmica del repertorio fluyan con facilidad.
Sin embargo, es muy importante tomar en cuenta variables o imprevistos que casi siempre están allí, imperceptibles, y que a corto plazo generan un peso específico tanto para el docente como para el alumno.
Peso específico como lo es el que, por ejemplo, que el estudiante tenga gran facilidad rítmica pero no así en entonación, en ubicar los sonidos limpia y claramente; como también sucede a la inversa.
Siendo esto así, cabe preguntarnos como docentes, ¿qué hacemos? ¿cómo abordamos esta situación?
Podemos optar por escoger obras que tengan gran contenido melódico (Mozart), así como también obras sencillas para 4 manos (hay muchas), de tal manera que progresivamente el estudiante se sienta seguro de sí mismo, cómodo y relajado.
Por lo general quien no tiene una afinación clara “lo sabe”, y si ama la música y comienza a incursionar en ella, se sentirá muy en desventaja, por lo que aquí comenzarán las tragedias interiores que queremos evitar a toda costa.
“Adoptar” un alumno requiere proteger, solucionar, y enfocarnos en todos los detalles que deben ser reforzados, completar todo lo que falta para que siga caminando confiado y consciente, y que se sienta apoyado en cuanto a todas las aristas que le corresponde superar.
Cuando la falla está en la entonación, poco a poco vamos trabajando obras sencillas con gran contenido melódico, de tal manera que naturalmente nuestro estudiante va ubicando los sonidos en su justo lugar y dentro de sí.
Cuando trabajamos en los inicios de los estudios de un instrumento como es el piano, hay que poner especial atención y cuidados sobre las destrezas motrices, auditivas, cognitivas y emocionales de nuestros estudiantes, para poder hacer un diagnóstico sobre qué parte técnica necesita desarrollar, y qué tipo de repertorio le dará la seguridad y el avance que requiere en ese momento.
En este primer tiempo de enseñanza observamos detenidamente y a diario, y en base a la evolución de las habilidades y adquisición de conocimientos que vamos determinando, vamos dibujando ese mapa de estudios, vamos encontrando y aportando soluciones a todas las eventualidades que permanentemente se nos presentan en la enseñanza de nuestro oficio.
Sigamos el viaje…