… Y de cualquier otro instrumento.
Hay muchas opiniones encontradas al respecto, muchos puntos “álgidos” que aún hoy en día no han acordado un consenso, puntos en común.
Comencemos por apuntar que la Música “Clásica”, es la que corresponde a el Clasicismo, periodo de la historia que rompe con el Barroco tardío para impregnarse al final del romanticismo.
Es muy importante que sepamos que, a pesar de toda la tecnología que manejamos en estos momentos y que nos permite conectarnos con el resto del planeta y con toda una vasta información, para adentrarnos en el mundo de la música debemos internarnos en los diferentes periodos de su historia, al igual que estudiar los principios, formas, estilos, técnicas, obras que fueron apareciendo y cambiando de una época a la otra; esos son los cimientos por los cuales existe la música que hacemos y escuchamos hoy.
Muchos reniegan de esta tradición, pero lamentablemente, si queremos seguir un camino profesional en esto, debemos construir nuestras sólidas bases en el estudio de toda esta herencia que tenemos al alcance de nuestras manos.
Igualmente, para los artesanos del sonido es fundamental conocer el entorno creativo, social, cultural, geográfico, de las obras que estudiamos, es decir, cómo un compositor y un pintor y un escritor mantenían una estrecha relación que les incentivaba a crear y ampliar sus horizontes, y les producía ese instinto de caminar por senderos distintos a los acostumbrados… ¿Beethoven y Goethe, por ejemplo?
Así pues, en 2021 estamos en una posición privilegiada pues tenemos libre acceso a esta maravillosa información; por ejemplo, estudiando a Buxtehude y a Bach, entre otros muchos grandes, podemos estudiar a Lutero y su gran influencia en la Alemania de ese entonces, e iremos de esta manera ampliando nuestro espectro y posibilidades de concebir la música “Clásica”, como la música no tan “Clásica”.
Estudiemos y continuemos este viaje…