Sabemos bien que, los artistas autodidactas tienen aún más mérito que quienes hemos pasado por libros y más libros a lo largo de nuestras vidas. Tienen una potente fuerza de voluntad, entrega y persistencia, y no quiere decir que quienes estamos del otro lado de este aprendizaje no tengamos esas cualidades; sólo que han apelado a su ingenio, su inventiva y, de oídas, han asimilado y desarrollado toda una gama de composiciones unas más hermosas que otras, todas dignas de estudio.
Admiro y soy fan de muchos de ellos, y he recibido grandes lecciones muy preciadas para mí desde todo punto de vista.
Ahora bien, tratemos el tema académico.
Quienes hemos transitado por este sendero probablemente no hayamos conseguido la “veta del camino de el dorado”; es decir, la veta de componer y ser tan libres como el que no aprendió aquellas reglas armónicas y teóricas de los sonidos dentro del rigor de una escuela.
Sin embargo, muchos de nosotros decidimos lanzarnos al vacío y escribir y escribir. Comenzamos a tocar, escribir en pentagrama o en algún programa, borrar… delete… y volver a tocar y escribir o grabar, hasta que lo logramos.
La gran interrogante aparece cuando ponemos sobre la mesa el dilema… necesitamos pasar por la música académica para componer rock? por ejemplo?
Pensemos que tenemos más herramientas, más “piso”, para componer algo en este y en cualquier otro estilo. Más información? Creo que sí.
El reto de todos nosotros como artesanos del sonido, es escuchar “todo”. Pero escuchar como si se tratara de una clase a la que estamos asistiendo; tomar notas, volver a escuchar una y otra vez, y descubrir una frase nueva que se conecta con la siguiente por un giro que no esperábamos, una cadencia que nos tomó por sorpresa, una línea melódica que comienza en una séptima o en una subdominante, en una super tónica, y termina quién sabe dónde… y nos impacta!
Es la mejor clase de armonía que podemos tomar. Nutrir constantemente nuestro “disco duro”; alimentarlo a diario con nuevas ideas sonoras, buscar, anotar, aprovechar el rigor académico para darle más vida, moldearlo cada vez que incorporamos nuevas tendencias musicales; ya tenemos dentro de nuestras vidas ese background así que ahora hay que experimentar!
Nada excluye a nada porque pertenecen al mismo poder creador y a la misma semilla: el sonido.
Sigamos en este viaje…