En este nivel de estudios, ya hemos adquirido destrezas importantes y contamos con un repertorio de mayor magnitud y complejidad.
Técnicamente, para este momento tenemos en dedos todas escalas y arpegios Mayores y menores, arpegios en séptimas con inversiones y escalas cromáticas, todos trabajados sobre varias estructuras como son el movimiento recto, contrario, mixto, y en el caso de las escalas, en terceras, sextas y décimas.
Este mapa general dependerá de la escuela pianística o tendencia a la que estamos suscritos, y seguramente al llegar a este punto nos sentimos más seguros a la hora de trabajar obras más complicadas técnicamente y a nivel interpretativo.
Ahora bien, nos preguntamos si antes de sentarnos frente a nuestro atril tenemos claridad sobre qué va a pasar con eso que conocemos como equipo de supervivencia… nuestro cuerpo físico, mental… y emocional, pues lo sepamos o no, constantemente vamos cambiando.
Ahora es esencial mirar hacia atrás y sincerarnos sobre qué tipo de entrenamiento hemos hecho desde el punto de vista corporal, desde aquel momento en el que comenzamos a conectarnos con el piano, hasta este punto del camino.
Es decir, hemos permanecido sentados durante quién sabe cuánto tiempo y en qué posición, y además, durante todas las horas que dedicamos al estudio, nuestra mente ha invertido toda su energía en asimilar y retener todo lo que le pasa por la vista, y va a intentar memorizar, guardar en el archivo, toda esa información, y además mantener concentración absoluta hora tras hora, si es el caso en este nivel intermedio, en el que ya requerimos de un entrenamiento previo sufuciente como para abordarlo con fluidez.
Y ahora incluimos en este mapa el territorio de nuestras emociones, como parte de nuestro equipo de supervivencia, sip.
Nos preguntamos sobre nuestro ánimo en esos momentos “diarios e inevitables”, en los que salen a la superficie todos los: “… lo estudié ayer y me salió perfecto, y hoy es un completo desastre!…”, “… lo estudio todos los días una y otra vez, y pues, hoy me odia…”
Y así claudicamos, nos refugiamos en las pelis con un delicioso café, y en el fondo nos sentimos miserables… “nos superó”…
Sin embargo, este día a día puede dar un giro inesperado si nos atrevemos a cambiar la “rutina” que seguimos fielmente, y que muchas veces nos produce la sensación de lanzarnos hacia un futuro incierto.
Si bien es cierto que, por la salud de nuestros dedos y tendones, debemos comenzar siempre con las escalas, arco cerrado, podemos diseñar nuestro mapa de estudio de tal manera que cada vez y a partir de ellas, vayamos completando obras o estudios que necesitan un avance, si lo trabajamos técnicamente y disminuimos al máximo la velocidad… slow practice…
Lo cual quiere decir que no necesariamente nos fijamos un orden estricto en el repertorio, sino que atendemos a aquellas obras o fragmentos que requieren un “tratamiento especial” para solucionar una dificultad.
Para esto redibujamos tiempo y obras, y esto no nos debe tomar más de 40 a 45 minutos, como mucho una hora, porque podemos agotarnos y dispersarnos, y la idea central será entrar en “modo foco” y disposición anímica para aprovechar al máximo el tiempo que estemos trabajando en nuestro instrumento, y que estos momentos en el piano se conviertan en rutina diaria, sip, pero que disfrutemos porque veamos resultados ciertos y no imposibles, para que al cabo de un corto plazo pasemos a un nivel más avanzado con un training personal muy bien estructurado.
¿Qué cambiará si decidimos alterar nuestra rutina? He aquí la “Lista”:
Nuestro equipo, es decir, cuerpo, mente y territorio emocional, será más resistente y equilibrado. Ampliaremos nuestra capacidad para retener información y solucionar dificultades. Veremos resultados efectivos en menos tiempo pues hemos trabajado técnicamente y en slow practice, todo aquello que nos hacía el camino cuesta arriba. Desarrollamos nuestra creatividad para generar una forma de estudiar que nos será beneficiosa y no tan a largo plazo.
Si estamos transitando por este nivel intermedio de estudios, quizás el más importante pues aquí vamos a definirnos verdaderamente como pianistas, aprovechemos las puertas que se abren frente a nosotros para transformar y depurar nuestras habilidades, y para dar un salto inteligente hacia una forma de abordar nuestros estudios más evolucionada y efectiva.
Sigamos juntos este viaje…