El mundo creativo, el arte, la música, la danza, esencialmente se caracterizan por abrirnos puertas que van a demandar el dar muchos pasos en zonas desconocidas, lo que significa que, para acceder a ellas, tendremos que salir de nuestras zonas habituales de confort.
Quienes nos adentramos en el estudio de la música y la danza, por ejemplo, poco a poco nos vemos en la necesidad de cambiar hábitos y rutinas diarias y convertir nuestro día a día en espacios en los que nos abocamos a trabajar en estas actividades que, vistas “desde afuera”, son extracurriculares (lo primero es el colegio y la universidad), lindas, bonitas y ocupan nuestro “tiempo libre” para que no inventemos algo loco o ajeno a lo que se espera de nosotros. (Hice muchas cosas locas y que no se esperaban de mí y aquí sigo).